La nube avariciosa

Érase una vez una nube que vivía sobre un pueblo muy bello. Un día, la nube vio pasar a otra nube más grande y sintió envidia para ser más grandiosa.
Ella decidió nunca más dar su agua a nadie, fue creciendo y su  pueblo se secaba.
A la nube no le importó mucho que su pueblo se secara, al estar en un desierto no tenia de donde sacar más agua para seguir creciendo y empezó a perder tamaño.
Ella comprendió su error y que su egoísmo sería la causa de su desaparición.
Un día apareció una suave brisa y se la llevó consigo por mucho tiempo. Con el viento llegó a un pueblo precioso donde volvió a recuperar su tamaño, siguió siendo una nube modesta y dejaba lluvias tan generosas que su pueblo se convirtió en el más verde y bonito.

Autor: Javier Aldazoro 3ero. A
U. E. Instituto "Madre María" / Año Escolar 2017-2018

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