Había
una vez un pequeño Tiburón Tigre llamado Kim, que tenía muchos amigos peces, calamares,
cangrejos y pulpos. Pero su mejor amigo era un gran y feroz Tiburón Blanco
llamado Lon.
Un
día el pequeño Tiburón Tigre fue solo por su cuenta a un arrecife muy bello y
colorido, lleno de muchas criaturas marinas, llamado el Arrecife Cristalino. Pero
la razón por la que fue solo al arrecife, era porque sentía que nadie le
prestaba atención por ser pequeño e indefenso, en ese momento el pequeño
tiburón se encuentra a su mejor amigo Lon, el gran Tiburón Blanco y le dice:
-
Pequeño Kim ¿Qué haces por aquí solo?
-
Bueno, es que quería estar un rato a solas en el Arrecife Cristalino, pero ya
veo que no estoy tan solo como creía.
Lon:
- Si, de hecho vengo a cazar mi almuerzo, tengo muchas ganas de comer atún.
Kim:
- Tú siempre tienes ganas de comer atún.
Lon:
- Bueno eso sí es cierto. Me voy pequeño, adiós.
Kim:
- Adiós Lon.
-
Valla, son tan lindos, este parece un Mini Yo, es igual a mí.
Luego
de eso llegan unos humanos que se querían llevarse los huevos de Tiburón Tigre,
pero Kim trata de luchar contra ellos, dándole bofetadas con la cola.
Al
final, Kim no pudo más y se los llevaron.
Kim
fue por ayuda de sus amigos y le dijeron que no, que era muy peligroso ir a la
superficie. Pero Kim no les hizo caso, fue a tratar de respirar en tierra firme
y de pronto llega una voz en su mente que le dice: “Salva los tiburones y sé su
héroe” y kim dice:
-
Claro que lo haré, no dejaré que esos huevos indefensos mueran antes de nacer.
Y
adivinen que… Kim podía respirar en tierra firme.
Trató
de caminar con sus aletas hasta la cabaña de los humanos y se encontró con los
huevos. De pronto llega uno de los niños que Kim le había dado una bofetada, se
escondió en el cajón de agua donde estaban los huevos y durante 5 minutos
espero a que se fueran, luego sale del agua y busca una soga, la ata con el
cajón y la lleva al agua, pero en el camino se topó con los dos niños que se
los había encontrado robando los huevos de Tiburón Tigre.
Kim
corrió lo más rápido que pudo hasta el agua, pero por un momento, el niño lo toma
entre sus manos y Kim se la muerde con sus dientes mortales. Le dejó una
cicatriz grande y profunda.
Kim
aprovecha el momento y sale corriendo mucho más rápido que antes.
Lo
logró, salvó a los huevos de Tiburón Tigre y se sentía especial.
Dijo
Kim: - Los llevo al Arrecife Cristalino. Y al colocarlos en su nido, nacieron
sanos y salvos.
Fin.
Moraleja:
Por más pequeño que seas, puedes hacer cosas más grandes de lo que imaginas.
Autor: Belangel
García 5to. B
U. E. Instituto "Madre María"
/ Año Escolar 2016-2017
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