Había
una vez un gatico llamado Zuchi, que vivía solo en una inmensa casa, él se
sentía muy triste porque no tenía con quien hablar ni con quien compartir.
Cierto
día salió al patio de la casa y se puso a observar una ardilla que estaba en un
árbol muy alto, le llamó mucho la atención y de pronto Zuchi comenzó a
gritarle:
-
Hey, hey ardilla, baja para que platiquemos, baja por favor que tengo dulces y
nueces.
La
ardillita lo escuchó y le dijo:
-
Hola, me llamo Toti y me encantan las nueces, voy a bajar, ojalá no sea mentira
lo de las nueces.
Entonces,
Zuchi se presenta también y le dice:
-
Soy sincero con todos, no me gustan las mentiras, tengo nueces y las voy a
buscar dentro de la casa, ya vengo.
Esa
tarde compartieron juntos, rieron y comieron; desde allí fueron muy buenos
amigos y Zuchi fue feliz por siempre.
Autor: Ambar
Mendoza 2do. B
U. E. Instituto "Madre María"
/ Año Escolar 2016-2017
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