Había
una vez un panda muy malo y fuerte, todos los animales le tenían mucho miedo y
se fueron del bosque. Un día llegó un conejo saltarín y se fue saltando por el
bosque y se encontró con el panda, este le preguntó:
-¿Qué
haces aquí tonto conejo?
El
le contestó:
-
Pasaba a ver el bosque… y le preguntó:
-
¿Por qué estás tan sólo?
El
panda le dijo:
-
Me gusta estar sólo y no me agradan los animales de baja estatura.
-
¿Por qué?, pregunto el conejo, porque no me gusta juntarme con animales más
pequeños que yo… y el conejo se retiró.
Al
día siguiente el panda vio por un agujero una bolsa de manzanas, le provocó comérselas
y se quedó atrapado en el intento, pidió y pidió ayuda por más de dos horas. Justamente
iba pasando el conejo por allí, y lo ayudó excavando un agujero con sus patas
para liberarlo, hasta que lo logró.
El
panda tan agradecido prometió no volver a burlarse nunca más de los animales
pequeños y desde ese día se hicieron muy buenos amigos.
Autor: Jesús Arévalo 5to.
A
U. E. Instituto "Madre María" / Año
Escolar 2016-2017
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