Había
una vez un dinosaurio llamado Esplau que le gustaba competir en carreras de
autos y ganar siempre. Llego la
Dino Carrera a la pradera donde vivían los dinosauros, todos
estaban muy animados, preparando sus autos para el gran día.
Esplau
colocó al final de cada etapa de la carrera un auto escondido para cambiarlo y
poder ganar. Una vez llegado el gran día, todos se colocaron en la línea de
salida y comenzó la carrera.
Esplau
corrió velozmente hasta llegar al final de la primera etapa y cambiar su auto,
sin que nadie lo notara y siguió su marcha y así siguió por todo lo largo de la
carrera, hasta llegar a la meta.
Pero
en cuanto lo aplaudían como el gran campeón, se sintió muy culpable y les dijo
a todos que no merecía ser el ganador, porque había hecho trampa, no había sido
honesto, ni sincero con todos.
Así que les pidió perdón y entregó la copa al segundo lugar como correspondía.
Y
colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Autor: Santiago
Fernández 2do. B
U. E. Instituto "Madre María" / Año
Escolar 2016-2017
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