Érase una vez un niño que no cuidaba su libro y lo
rayaba constantemente con colores y lápices.
Un día el libro molesto le dijo:
- No me rayes porque soy tu amigo, no me agarres con
las manos sucias porque soy limpio, no me rompas porque debes cuidarme, no me
rayes ni me pintes con lápices porque daño mi apariencia, no me recortes. ¡Cuídame
para que algún día no te asustes de volverme a ver sucio y viejo!
El niño asustado limpió sus hojas y dijo que no lo
volvería a hacer, ya que de aquel libro
iba a sacar provecho y aprendería muchas cosas de la vida.
Cerró el libro con un fuerte abrazo. Y lo quiso para
toda la vida.
Autor: Franyel
Hurtado 2do. B
U. E. Instituto "Madre María"
/ Año Escolar 2016-2017
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