Había
una vez dos amigos llamados Pedro y Ramón que se querían muchísimo. Desde niños
iban juntos a todas partes, les encantaba salir a pescar, jugar al escondite y
observar a los insectos.
Una
noche Pedro despertó sobresaltado, se puso el abrigo de lana, llamó a la puerta
de su amigo y vecino:
- ¡Pedro!
¿Qué haces aquí a esta hora de la noche?, ¿Te pasa algo?
- Amigo
estaba durmiendo y soñé que estabas triste.
- Ramón
sonrió y miró a Pedro con ternura.
- Muchas
gracias amigo por preocuparte por mí, ven aquí y dame un abrazo.
Autor: Antonella
Aponte 2do. B
U. E. Instituto "Madre María" / Año
Escolar 2016-2017
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